La teleperitación, que parecía una quimera y generaba tantas dudas, se impuso en la pandemia y ahora es una vía normalizada para gestionar siniestros de riesgos sencillos; hogar, comunidades, oficinas o comercios, aunque la figura del perito siga siendo imprescindible.
La teleperitación en la gestión de siniestros consiste en la realización de peritajes a distancia aprovechando las tecnologías de comunicación, la cobertura de datos en telefonía, la captación/envío de imágenes, vídeos y el geoposicionamiento que permiten los dispositivos móviles como smartphones como smartphones y tablets.
En definitiva, la teleperitación y el uso de estas tecnologías y otras herramientas y medios digitales, ha adquirido una gran importancia en la gestión de siniestros por varias razones:
- Eficiencia: La teleperitación permite agilizar el proceso de evaluación de los siniestros de riesgos sencillos ya que, se ahorra tiempo y costes adicionales, lo que facilita una respuesta más rápida a los asegurados.
- Acceso remoto: La teleperitación permite a los peritos acceder a áreas o situaciones de difícil acceso o peligrosas sin poner en riesgo su seguridad.
- Mayor cobertura de actuación: La teleperitación facilita la cobertura de áreas geográficas más amplias. Los peritos pueden realizar evaluaciones a distancia, lo que resulta especialmente útil en zonas remotas o de difícil acceso.
- Mejor experiencia del cliente: La teleperitación ofrece a los asegurados una experiencia más conveniente y rápida. Pueden realizar la evaluación desde su hogar u oficina, evitando la necesidad de programar visitas.
- Reducción de costes: Al minimizar o eliminar los gastos de viaje y/o alojamiento de los peritos, así como los tiempos por el desplazamiento. La teleperitación genera ahorros significativos para todas las partes y en concreto para las Compañías de Seguros pues estos honorarios, al ser menores, suponen un ahorro de costes importante en los honorarios periciales.
La teleperitación es una solución eficaz y eficiente para la gestión de siniestros, tanto para las compañías de seguros como para los asegurados, lo que puede resultar en primas de seguro más competitivas.